domingo, 5 de agosto de 2018

Día 7 - Campamento 2018

Querido diario:

El día de hoy ha sido de lo más especial. Hemos comenzado como todos los días haciendo la oración de la mañana y la subida de bandera, cuando, de pronto, ¡ha llegado San Pedro! Se ha quedado perplejo al ver que le reconocíamos. Nosotros le hemos preguntado cómo había llegado hasta nosotros si no habíamos llegado a abrir ningún libro hoy, de manera que nos ha acompañado a la biblioteca y hemos visto que los Sin Alma habían llegado a nuestro campamento y habían abierto el libro. 

Después de desayunar nos hemos reunido de nuevo con San Pedro y le hemos preguntado por sus múltiples viajes. Nos ha contado que es muy gratificante ir difundiendo las enseñanzas de Jesús, pero que sin embargo, es un trabajo muy duro y peligroso ya que son perseguidos. Más tarde, nos ha querido mostrar cómo vivían los primeros cristianos mediante una serie de actividades. 

Durante toda la actividad hemos recibido la visita de dos caballeros que tenían órdenes de perseguir a los cristinos, de manera que cada vez que aparecían debíamos escondernos. Pero, uno de los caballeros que estaba, ha caído de pronto del caballo y ha empezado a gritar que no veía nada. Nosotros, sin dudar en ningún momento, hemos acudido a ayudarle. Él se ha presentado como Pablo y nos ha relatado que se ha caído porque una luz celestial le ha dejado ciego y que antes de caer ha escuchado una voz que le decía que debí buscar a Ananías porque le iba a ayudar. De esta forma, le hemos ofrecido ayuda para encontrarle. 

Por la tarde, hemos recorrido por grupos un largo camino que nos proporcinaba pistas para encontrar a Ananías, el cual se encontraba al final del mismo. Ananías esperaba a Pablo porque el Señor le había ordenado que le ayudara y lo convirtiera en un instrumento para llevar su palabra por el mundo. Y con este propósito, Pablo fue bautizado. 

Antes de cenar, hemos celebrado la Santa Misa, ha sido un momento de conexión con Dios y reflexión. Hemos recapacitado por nuestros errores y hemos dado las gracias por todo lo que tenemos. 

En la noche, ya que conocíamos mejor a San Pablo y San Pedro, hemos hecho un método para descubrir con quién nos identificamos más. Después hemos quedado dividido en dos grupos, uno por cada personaje y hemos continuado con la segunda parte del test. Cada grupo debía encontrar el simbolo que representa a cada uno: la llave para Pedro y la espada de Pablo. Finalmente, nos hemos dado cuenta de que daba igual con quien nos hemos quedado, porque ambos simbolizan que todos tenemos la misma misión, divulgar la palabra de Dios mediante actos y palabras. 

San Pablo y San Pedro se alegraron de ver que nuestro grupo estaba dispuesto a cumplir con esta tarea, de manera que se despidieron y volvieron a su libro.

Att: Sara
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