jueves, 5 de agosto de 2021

Día 4 - Las reliquias de Santiago

 El Guardian ha llamado urgentemente al Bibliotecario. ¡Las sandalias de Santiago han desaparecido!

En su lugar, había un cartel con unas letras incomprensibles... Era un mensaje en código Calipstino.

Obviamente, hemos recurrido al Bibliotecario y su ayudante, pero resulta que el traductor calipstino-castellano / castellano-calipstino ha desaparecido y no hemos podido traducirlo.

No ha tardado en llegar la noticia a varios países, que queriendo hacerse con el mensaje para descubrir dónde están las sandalias, han entrado en conflicto bélico. Los países enfrentados han sido: Pimdajja, Pímicas, Asgard, Malacatuca y Aimocam. 

La guerra la ha ganado Aimocam pero seguíamos sin poder traducir el texto. La Providencia ha deparado que llegara un repartidor de Anawin Express con la equivalencia de las letras de calipstino-castellano, y el mensaje resultante ha sido: "Se encuentra en Santiago junto a...". 

Las señas eran claras, así que por la tarde, hemos puesto rumbo a Santiago de Compostela a través del Molón de Camporrobles. A algun@s les ha costado más que a otr@s pero, ¡lo hemos conseguido!

A mitad bajada hemos parado en el merendero y hemos recibido parte de nuestra recompensa, el ansiado bocadillo de lomo con pisto para cenar. Y, sorpresa, ha habido un concierto improvisado (cumpliendo todas las medidas de seguridad requeridas).

Hemos llegado a nuestro destino, Santiago de Compostela y brevemente, pues era algo tarde, hemos recorrido los lugares emblemáticos de la ciudad: Plaza Galicia, Rua do Franco, San Clemente, Obradoiro, Seminario Mayor, Monte do Gozo, Convento de San Francisco de Santiago y Plaza de las Platerías.

¿Y las sandalias? El Bibliotecario nos ha informado que han sido depositadas de forma anónima en en el sepulcro del apóstol Santiago. No lo hemos abierto por respeto y ha pensado el Bibliotecario que mejor dejarlo ahí. Tod@s han estado de acuerdo y tras la bajada de bandera y la oración a Santiago Apóstol, han acudido casi corriendo a sus sacos para poder descansar tras un duro día de peregrin@. Eso sí, con su credencial debidamente sellada.

Para ver más fotos pincha aquí.



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